Un hombre con la camisa demasiado limpia no es honrado .
lunes, 1 de marzo de 2010
Ángel González
Le comenté: -Me entusiasman tus ojos. Y ella dijo: -¿Te gustan solos o con rimel? -Grandes, respondí sin dudar. Y también sin dudar, me los dejó en un plato y se fue a tientas.
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