miércoles, 22 de mayo de 2013

Finales.


Tras el fatídico acto que siguió al momento exacto en el que cerraste la puerta,
no quedó nada más.
No h(s)abía nada más.
Tan sólo el éxtasis de la noche.
Todo lo dormido y despertado.
Aquella hora.
La simetría.
La ruptura de cánones.


Y quizás, también, de algunos platos.
Él(los). Los más culpables.

domingo, 12 de mayo de 2013

De las clavículas y los espacios vitales.

Y las distancias geométricas y esas falacias ausentes -que te inventas-
para no seguir el rumbo y acabar circunscrito a tus límites.
Eso que tú llamas 'metas'.

Y ese aro que gira. Y esos platos que giras.
Y esos ojos que entornas.

Y, sí, el pecho que agitas.
Y ese viraje del último segundo. O de las últimas tres semanas.
Que es tu impulso, tu meta.
Tu límite.
Tú, límite.

Las clavículas que se rompen.
Me autoimpongo el espacio.