sábado, 26 de febrero de 2011

Complementos del ser y el haber .

Y cuando escribo, la mayoría de las veces no quiero decir nada. Pero acabo diciéndolo.
Es tan bonito escribir sin ánimo de lucro, sin razón, sin sentido. Olvidar la presión de las palabras, de las conversaciones que se guardan en la caja negra de la memoria, dejar de medir su peso. El de las palabras.

Escribir porque sí. Poner palabras al azar, enlazarlas. Escupirlas, violarlas, pisotearlas. Unirlas. Con tu propia lógica, con tu significado. O sin él.

Sacarina - asfalto - pólvora - tucán - zozobra

Sucesiones de irreverentes ráfagas de ideas del noroeste, del sureste. De arriba. Que viajan en diagonal, en avión, en bicicleta. Malheridas, cojas. Perseguidas por viejas ideas, ya obsoletas y seniles. Ideas con niveles, con subideas. Falacias. Y en ocasiones, las verdades más puras.
Así, sin quererlo. Verdades.

Y con esto no digo nada. Y lo digo todo.

lunes, 14 de febrero de 2011

El self .

Buenas noches señoras y señores, el relato de hoy trata sobre una mujer que parece una buena inversión pero que al final, solo genera pérdidas. Trata también, de unos ojos inertes que, desde un marco de roble, observan dos siluetas que se deslizan por el suelo entre aspavientos y gemidos. De medias en esquinas, de ceniceros volcados. De un yo contra él (contra el Original). De títulos de crédito en sueco. De desear menos centimetros en un cama. De sinopsis inexpertas escritas en servilletas de papel, generalmente grasientas.Y yo que hablo de adentro hacia atrás, de la Argañosa hasta el infinito.Y del infinito a Illinois. O incluso a Walden 7 .

La mujer en cuestión trata de averiguar si ella es ella, es decir, si no es un reflejo de lo que los demás ven de ella. Trata de su búsqueda del Original, del que los ha imaginado a todos, el que les ha puesto en una mochila una larga retaila de adjetivos y sobrenombres que arrastran sin apenas darse cuenta. De un gran espejo en el que todos se reflejan y se ven en los ojos de él .
De los puntos de vistas ajenos, extranjeros, locales, urbanos, propios .
De su emigración, temporalmente instantánea, al espejo .
De Alicia en el País de las Maravillas y los distintos centros psiquiátricos.
Del tiempo que arrastra a un conejo, del Sombrerero adicto a infusiones con nombre pronominal, del gato intangible, de la oruga fumadora compulsiva que pregunta ¿quién eres tú?.

Y tú, que contestas:
-Yo que sé.

jueves, 10 de febrero de 2011

Rayuela .

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que se ríe por debajo de que mi mano te dibuja .

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca .

Ai, Oliveira.

jueves, 3 de febrero de 2011

Dans ma névrose j'ai pris des tas de choses éther, morphine et coco.

Cuando escribo para mí lo hago sin puntos .
Cuando los pongo, suelo dejar un espacio entre el punto y la palabra .
Muy a menudo, y sin que sea necesario, hago listas de cosas inútiles. Listas de posibles nombres para un animal:
Currusco, Gazapo, Garabato...

Cuando divago y enredo, también para mí, no me lo paso bien. Por tanto, cuando me lo paso bien no hago ninguna de esas dos cosas, a no ser que un baile de mentes aturdidas me incite a ello .
Y sé que voy a empezar a hacerlo cuando de un fondo negro y silencioso surge la silueta de Groucho ladrando tristemente .
Hoy mismo, no sé si toca divagar o ser feliz o incluso una simbiosis de ambas. Cualquiera de las tres acompañadas de elixires de insospechada tristeza en botella de cristal .

Y no escribo de nada en concreto para no cerrarme puertas, ventanas o tragaluces de Buero Vallejo donde los protagonistas son pies de clase media, alta e incluso, estamentos de la sociedad feudal. Siervos y esclavos al servicio de sus propios intereses .

Se me olvidaba decir que a veces Groucho, hace mutis y deja aparecer a Gable sentado en la parte de atrás de un taxi, mientras el conductor le pregunta: '¿Y qué hace usted con su gabardina, su sombrero, su brutalidad de salvaje americano sobre estos fondos tan depurados y caedizos?' Y él se enciende un cigarro. Y otra vez el humo .