Usa mi ombligo como cenicero.
Pide algo de beber en la barra de mis labios.
Gana una carrera en mis medias.
¿Ahora mismo?Desconcertada.
Otra vez. Una vez más. Sé que no será la última, por suerte. O por desgracia.
jueves, 5 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario