No puedo evitar fijarme en la perpetua instantánea del cambio, que siempre es la misma .
Pero que a su vez, se transforma, dando lugar al propio ciclo de la metamorfosis .
Mientras tanto creo en los carruseles, en las despedidas, en las preguntas que se amontonan en mi puerta, en los cielos parcialmente despejados y en que todo es así .
Y no hay más .
El gato que mientras esté en la caja está vivo y muerto a la vez. Yo, que a veces soy mientras dejo de ser .
Y no hay más.
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