miércoles, 29 de diciembre de 2010

El deseo de la duda.

Se acerca el final de un capítulo.
(Si desea un final feliz acuda a la página 15. En caso contrario, continue la lectura.)

El narrador de esta historia, en ocasiones protagonista, seguirá intentando domesticar el tiempo.
Lamento no tener el suficiente para emigrar aquí unas cuantas veces por semana, pero no lo tengo. O sí y no lo sé.

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