domingo, 17 de enero de 2010

Remenbers

Recuerdo cuando y donde le vi por primera vez, estaba sentado en el segundo escalón. Recuerdo que estuviste aquí 28.740 dias, de los cuales 5.840 estuviste ejerciendo de cuentacuentos, escondite y domador de fieras. Recuerdo su olor, era un olor antiguo, como los libros viejos, mezclado con el humo de su pipa. Recuerdo su sonrisa y las arrugas en la comisura de sus ojos. También recuerdo sus canas, finas, pintadas con un pincel del número 4 sólo un número más del que él solía utilizar. Recuerdo su bata llena de manchas de pintura y un bolsillo roto en la parte izquierda de su pecho, en el que con soltura conseguia mantenerse en pie un lápiz del número 2 pulcramente afilado. Aunque no recuerde lo que me dijo, recuerdo su voz, su respiración perfectamente acompasada y el sonido que escapaba de su boca cuando con una sutil mueca liberaba el humo que esta contenía.

Pienso a veces que los recuerdos no son más que eso, imágenes "retocadas" a nuestro gusto, cuadros que son infieles a sus autores, fotos trepidadas y antiguas; pero los recuerdos a veces también se convierten en nuestro único salvoconducto para en algún momento poder escapar a un lugar donde el presente parece más sencillo, el futuro menos complicado y el pasado otra oportunidad de escapar de algo al cual no sabemos ponerle ni nombre, ni voz, ni cara.

-Golop-

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